TERAPIA MANUAL

La prevención es la clave


Las técnicas de Terapia Manual son técnicas específicas para el tratamiento de las disfunciones neuro-músculo-esqueléticas y del dolor en la columna vertebral y las extremidades, que se caracterizan por ser aplicadas manualmente y/o de forma instrumental.

Las técnicas de Terapia Manual tienen como principales objetivos: recuperar el movimiento cuando las articulaciones presentan una restricción del mismo, aliviar el dolor articular, muscular, neural, etc., y de forma inmediata mejorar la funcionalidad del paciente.

Técnicas de Terapia Manual Ortopédica:

  • Terapia Manual Articular: son técnicas de baja y de alta velocidad de ejecución.
  • Terapia Manual Neural: como las técnicas de neurodinamia, movilización y estiramiento de troncos nerviosos periféricos, de pares craneales.
  • Terapia manual Miofascial: son técnicas de inhibición por presión mantenida, masaje con movimiento activo, técnicas de deslizamiento transverso/longitudinal miofascial, deslizamientos con carga neural.

¿Qué es la Inducción Miofascial?

La “inducción miofascial” también es denominada “liberación miofascial” y podríamos definirla, de forma muy simple como una técnica de terapia manual, basada en suaves estiramientos y presiones en diferentes zonas del cuerpo con el objetivo de mejorar las restricciones que se producen a nivel de la fascia.

La Fascia y sus funciones

La fascia se puede describir de forma muy simple como la envoltura que cubre nuestro cuerpo. Según la medicina, es inservible, sin embargo, desde este método y basándonos en investigaciones científicas publicadas en revistas de alto impacto, modelos arquitectónicos como la tensegridad y experiencias con cadáver no introducidos en formol, los fisioterapeutas formados en este método aprenden la importancia del tratamiento de esta estructura que recubre todas nuestras vísceras (estómago, hígado, pulmones…) y el resto de estructuras (músculos, tendones, arterias…).

Indicaciones y contra-indicaciones de la Inducción Miofascial

Como cualquier otro método de la sanidad, tiene indicaciones y lo que es casi más importante, CONTRAINDICACIONES.

Existen absolutas y relativas, entre las absolutas la toma de corticoides, una fractura reciente o la diabetes. Las relativas son, por ejemplo, el aplicarlo en la región lumbar o abdominal durante el embarazo.

La inducción miofascial presenta gran eficacia en problemas que afectan al aparato locomotor (en diagnósticos tan variados como “tendinitis, cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas, hombro doloroso).

Aunque si destaca en algún tratamiento, es en los pacientes con fibromialgia.

Conclusión

La inducción miofascial nos permite valorar a nuestro paciente y tratarlo desde un punto de vista global, relacionando su problema local con el resto de estructuras de su cuerpo.

Si usted tiene una “disfunción” de cualquier sistema (estado previo a una patología), puede que el tratamiento con este tipo de técnicas sea la solución que está buscando.